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Príncipe: 5 fabulas (02)

El águila y los lagartos - el perro y el gato - la locomotora y el tren - el pelícano y la naturaleza - tuertos y bizcos

de Príncipe

presentado por Michael Palomino (2009)

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6. El águila y los lagartos

Un águila en una cumbre pensó que ningún animal podría subir allá ...

... pero pues fueron lagartos que sabían bien subir ...

<A un alto monte voló un águila, y puesta allí, dijo:

- ¿Quién sube hasta aquí, sino solamente yo?

Más luego a un lagarto vio con otros lagartos viles trepar a la cumbre a miles, y:

- ¡Ay! -

exclamó -

¿Qué hacen estos?> ([1], p.18)

Interpretación
Siempre controlas tu posición con vigilancia antes de reír a alguien.
(Michael Palomino 2009)

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7. El perro y el gato

Un perro ... xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

... y un gato querían cambiar de voz en mutuo ...

... y dios Júpiter ayudó, pero al fin cada uno quería volver a su voz

<Envidiando el perro al gato, y el gato al perro... ¡Qué par! quisieron de voz cambiar en mutuo y formal contrato: Accedió Júpiter grato de ambos a la petición; pero ni asustó al ladrón el perro diciendo miau, ni el gato con su guau, guau logró cazar un ratón.

Convencidos de su yerro, pidieron ambos danzantes el gato maullar como antes, y aullar cual antes el perro: Júpiter, desde su alto cerro, volvió a escucharlos propicio; y el can, tornando en su juicio, dijo al gato:

- ¡Abur, consocio! Cada cual a su negocio: quiero decir... a su oficio.> ([2], p.4)

Interpretación
Experimentos tienen que ser muy planificados.
(Michael Palomino 2009)

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8. La locomotora y el tren

La gente admiraba a una locomotora de vapor con su tren que sea un grande progreso para la "libertad" ...

... pero la locomotora descarrillaba y fue grande catástrofe ...

<De la gran capital de las Españas, veloz locomotora audaz partía, al silbo horrendo en que gemir la hacía, el volcánico hervor de sus entrañas. Envuelta en torbellinos de humo denso, arrastraba en su pos un tren inmenso, con ligereza tal (y era un ensayo), cual sus invisibles genios le empujasen, o si juntos sus olas le prestasen a un mismo tiempo el huracán y el rayo. La gente contemplando en su embeleso máquina y tren volar:

- Esa -

decía -

¡ésa es la libertad, ése el progreso!

En esto el tren de su ferrada vía, sale al remontar no sé qué loma, y allí descarrilado, por la extraviada máquina arrastrado, de una colina la pendiente toma; y sin poderse detener en ella ni alcanzar a torcer sus hados fieros, con máquina y viajeros en hondo precipicio al fin se estrella.

Un padre que ésto vio vuelto a su hijo, le dijo:

- ¿Has visto esa catástrofe? Bella es la libertad, santo el progreso, más teniendo en la ley base tranquila: ¡Ay de la triste humanidad sin eso! ¡Ay del tren, si una vez se descarrila!> ([2], p.6)

Interpretación
Progreso no debe perder el equilibrio con la seguridad de la vida.
(Michael Palomino 2009)

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9. El pelícano y la naturaleza

Al pelícano con sus hijuelos uno quería dar su sangre a los hijuelos, pero eso es la tarea de los padres pues ...

<Al pelícano admiraba uno que le veía amante dar su sangre a sus hijuelos y exclamó:

- ¡Gran Dios! ¡Qué ave!

Naturaleza le oyó y preguntóle:

- ¿Qué padres conoces tú, que a sus hijos les nieguen nunca su sangre!> ([2], p.7)

Interpretación
Siempre sabes cual es tu tarea en tu vida.
(Michael Palomino 2009)

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10. Tuertos y bizcos

Un hombre con solo un ojo (aquí: con parche de ojo) ...

... y un hombre bizco (aquí: una figura) se reían ...

<Un tuerto se reía a un bizco viendo, y el bizco se chungaba al ver al tuerto.> ([2], p.10)

Interpretación
Se ríen de anormalidades los anormales.
(Michael Palomino 2009)

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