original:
Cierre
en el Perú 14.6.2020: El Perú es peor que la EDAD DE
PIEDRA - siempre ataques, violaciones
y asesinados contra mujeres por
peruanos criminales con complejos
sexuales - mentalmente enfermos de
Biblia:
Aisladas con su agresor: 21 víctimas
de feminicidio y 342 violaciones a
niñas en plena cuarentena
Las cifras esconden historias dolorosas de
hijas, hermanas y madres violentadas.
Especialistas confirman un incremento de
agresiones durante cuarentena. Además, hay
más de 1.000 desaparecidas. ¿Cómo escapar
del círculo de violencia en tiempos de
pandemia?
“Todos los días pienso en mi
hermana. A pesar del dolor, no voy a
parar hasta que tenga justicia. Ella era
una chica muy inteligente, el orgullo de
la familia, trabajó desde los 14 años
para lograr todo lo que se propuso”,
dice Alisson al recordar, con amor, a Pierina
Navarro Tello, la capitana de la
Policía Nacional del Perú (PNP) y
abogada de 27 años, cuyo cadáver desnudo
-con signos de violencia- fue
encontrado en la casa que compartía con
su conviviente.
Este caso ya se investiga como
un presunto feminicidio y
Pierina sería una de las 21 víctimas de
este crimen de odio, según cifras del 16
de marzo al 5 de junio entregadas por
Ministerio de la Mujer y Poblaciones
Vulnerables (Mimp). La
violencia de género no se detuvo en
cuarentena, pues en el tiempo indicado
también se contabilizan 25 tentativas de
feminicidio, 342 violaciones
sexuales a niñas y adolescentes y
más de 1.000 desapariciones de mujeres.
En cuanto a los feminicidios, los
21 crímenes se cometieron solo durante
el estado emergencia decretado por el
Gobierno ante el avance de la pandemia
de la COVID-19 en el Perú, por
lo que, en promedio, una mujer era
asesinada cada 48 horas. Un
periodo en el que ellas se hallaron a
merced de sus victimarios debido al
aislamiento social: la mayoría de estos
delitos fueron perpetrados por sus
parejas o exparejas en sus propias
casas, según precisan datos del
Ministerio Público.
Una falsa necropsia
El caso de Pierina es complejo
y lleno de sombras. La tarde del pasado
27 de marzo, su cuerpo fue hallado por
la hermana y padres de su pareja, el
abogado Michael Fernando Remigio
Quezada, de 26 años, quienes
señalaron que ella se habría suicidado
en la vivienda que compartían en el
distrito de Comas.
Un mes atrás Pierina estuvo en
Sevilla, España, y cuando llegaron los
peritos a la escena del crimen, Michael
deslizó el hecho y dijo que ella se
habría suicidado porque discutieron
minutos antes. Entonces, el cuerpo tuvo
que ser sometido al descarte de la
COVID-19. Los resultados fueron
entregados cuatro días después y, hasta
entonces, la necropsia no pudo
ser realizada. Sin embargo, ya el 30 de
marzo la familia supo que el test arrojó
negativo y los exámenes de ley podrían
ser realizados en la Morgue de Lima.
Ellos viajaron desde Huacho a Lima para
exigirlo y grande fue su sorpresa, ira y
tristeza luego de que ocurrieron una
serie de entorpecimientos en la
realización de estos, según afirma
Alisson a La República.
Ella asegura que, solo media
hora después de analizaran el cadáver de
Pierina Navarro, les dijeron que
ya podían llevarse el cuerpo y que la
necropsia arrojaba una muerte por
asfixia mecánica: la hipótesis del
suicidio se confirmaría. “¿Cómo era
posible que se determinara la causa de
una muerte sin exámenes, sin cortes en
el cuerpo, sin toma de muestras? No, no
no”, pensaba la joven de 23 años. La
desesperación se apoderó de Allison y
gritó, reclamó, volvió a pedir y casi
suplicar que, por favor, realicen los
exámenes necesarios, tomen las pruebas.
El fiscal Wilson Vargas Miñan
que, entonces, investigaba el caso y
había reconocido indicios de
criminalidad en el hecho los ignoró y se
fue, dejándolos con su dolor y rabia.
Solo después de una monumental
voluntad guiada por las dudas acerca de
la muerte de Pierina, un enorme amor
fraternal, idas y venidas de Huacho a
Lima, un traslado incesante e inhumano
del cadáver de la víctima por siete
días, Alisson logró que el primer fiscal
se inhiba del caso, que la tipificación
de la investigación de la muerte de su
hermana sea por feminicidio y que
su caso sea trasladado a una Fiscalía
Especializada en Violencia contra la
Mujer. La necropsia, por fin, se realizó
en Huacho, pero el cuerpo ya se hallaba
en putrefacción. Pierina es, entonces,
una presunta víctima que fue
revictimizada una y otra vez, casi hasta
el hartazgo.
“Mi hermana cambió desde que
conoció a su expareja, él la celaba,
algunas veces encontramos signos de
violencia, como moretones. Una vez la
trató agresivamente ante mí, Michael
Remigio sacó a lucir su verdadera
personalidad”, señala Alisson, al mismo
tiempo que promete, a pesar de la pena,
seguir buscando la verdad acerca de la
hermana mayor que vio por última vez en
diciembre.
Así, el confinamiento está
dejando en evidencia la realidad de la
de las mujeres que tienen que soportar
diversas expresiones de violencia de género
durante estos días, mientras permanecen
encerradas con su agresor.
“Tienes indicadores que te
hacen ver que la violencia no cesa, los
feminicidios, por
ejemplo, esa forma extrema de violencia
machista, te da a conocer que en estas
condiciones, cuando las fuerzas del
orden están afuera y hay un control casi
riguroso de toda la sociedad peruana,
aún así hay hombres que simplemente las
están matando. Entonces qué está pasando
con aquellas mujeres que son amenazadas
de muerte, todas ellas están viviendo un
drama familiar confinadas, sin
presupuesto, en condiciones que se
agravan, además, por la propia pandemia
y muchas veces repercute en agresiones
contra los hijos también. En nuestro
país muchas mujeres están viviendo un
infierno”, explica Eliana Revollar,
Adjunta por los Derechos de la Mujer de
la Defensoría del Pueblo.
Intentaron matarlas y
sobrevivieron
Solo del 16 de marzo al 31 de
mayo, el Observatorio de Criminalidad
del Ministerio Público, registró 25
víctimas de tentativas de feminicidio. A
estas mujeres, sus parejas las
acuchillaron, golpearon, balearon y
asfixiaron con la intención de matarlas.
Ellas sobrevivieron, pero el trauma
continúa, necesitan ser protegidas y sus
hijos también. La mayoría de ellos eran
convivientes, exconvivientes y
enamorados de todas estas víctimas.
Además, los fiscales
investigan otros 44 presuntos casos
de tentativa de feminicidio. Son
cifras del tormento que viven muchas mujeres peruanas.
“En la época de confinamiento
se determinó que la mayoría de feminicidios y
tentativas fue en el hogar. Se ha
convertido en el lugar propicio, donde
la víctima convive con el agresor, se
está viendo que las mujeres y los
integrantes del grupo familiar son
agredidos. Los niños, adolescentes y
ancianos. Estamos en una sociedad donde
impera el machismo, donde priman los
estereotipos, en los que el hombre
machista se siente superior y usa su
poder para dominar y subordinar”, señala
José Luis Huarhua Ortiz, fiscal
provincial titular del 1er Despacho de
la 3ra. Fiscalía Provincial Corporativa
Transitoria de Violencia contra la Mujer
e Integrantes del Grupo Familiar.
El funcionario explica que, a
nivel nacional, existen solo 20
despachos de estas fiscalías
especializadas en violencia
contra la mujer, que ven crímenes como feminicidios,
tentativas, delitos de violencia sexual
con enfoque de género.
“Ahora en época de pandemia,
desde la fiscalía, queremos trabajar
temas de prevención. Lo que no queremos
es que se produzca la muerte de la
víctima. Inician con agresiones
psicológicas, físicas y el detonante es
un feminicidio, que no afecta
solo a la víctima sino deja con un
trauma psicológico a los niños, a los
padres. Toda la familia se quiebra”.
Escapar del agresor
Precisamente, una forma de
prevenir los asesinatos de mujeres es
sacarlas del espacio de violencia. La
opción que ofrece el Ministerio Público,
ante casos graves de agresiones
machistas es que las víctimas pasen a la
Unidad de Víctimas y Testigos para ser
protegidas.
Aunque la opción más integral
la ofrecen las casas de refugio
temporal. El Ministerio de la Mujer
tiene a su cargo 14 de estos espacios en
los que 58 mujeres fueron protegidas con
sus 71 pequeños.
“Ellas pueden salir de este
espacio de violencia, hay esperanza. En
esta cuarentena hemos protegido a 129
personas en nuestros hogares de refugio
transitorio. Hay servicios a su
disposición que pueden utilizar luego de
una denuncia”, indica la hoy
viceministra de la Mujer, Nancy
Tolentino, quien brindó estas
declaraciones cuando era directora de
Aurora, el Programa Nacional
para la Prevención y Erradicación de la
Violencia contra las Mujeres e
Integrantes del Grupo Familiar.
Sin embargo, desde la Defensoría del Pueblo,
se alerta que a nivel nacional solo
existen 49 de estos espacios, ya sean
públicos o privados.
“Ahí tiene que hacerse un plan
de intervención que debe incluir cómo va
a salir la mujer del hogar, empoderada,
con una actividad económica, que le
permita no regresar al círculo de
violencia en el que estaba viviendo.
Solo 49 en el Perú para la proporción de
personas que tienen este problema es
poco”, advierte Revollar.
Atención contra violencia
debe ser prioritaria
Para una mujer violentada,
denunciar puede ser un paso peligroso o
esperanzador, depende de la ayuda que
encuentre. Incluso en épocas de
“normalidad” hay múltiples barreras que
inhiben a las víctimas: vergüenza, temor
a represalias, exponer sus vidas. Por
ello la importancia de que el sistema de
justicia las proteja y oriente. Que el
no dejarlas solas no se quede solo en
discurso.
Pues bien, cuando la cuarentena inició
resultó muy difícil que ellas salgan a
denunciar a las comisarías debido a las
medidas de restricción y fue recién a
finales de abril, mes y medio después,
cuando el Gobierno emitió el Decreto
Legislativo 1470, que establece medidas
para garantizar la atención y protección
de las víctimas de violencia contra las
mujeres durante la emergencia sanitaria.
“La gran constatación que hizo
la Defensoría es que en las comisarías,
a las mujeres que presentaban las
denuncias, les decían que una vez que se
restablezca la situación de normalidad,
al final del estado de emergencia
sanitaria, se retomarían sus casos. Era
una situación muy crítica porque el solo
hecho de atreverse a denunciar estando
confinada con su agresor dentro de la
casa permanentemente hacía que estén en
una situación de extrema
vulnerabilidad”, apunta Eliana
Revollar.
Es cierto que aunque esta
respuesta llegó recién mes y medio
después de iniciada la cuarentena ha
permitido que las instituciones del
aparato de justicia faciliten que las
víctimas realicen denuncias a través de
correos electrónicos y servicios de
mensajería como WhatsApp, ya que no
pueden llamar telefónicamente sin
arriesgarse.
Desde el 30 de mayo, cualquier
ciudadano, a través de un mensaje de
WhatsApp puede recurrir a las fiscalías
especializadas en violencia contra la
mujer para denunciar delitos de
este tipo ante el Ministerio Público.
Sin embargo, esas facilidades no
alcanzan para las mujeres de ámbitos
rurales.
“Estas denuncias,
inmediatamente, se derivan al fiscal de
turno, ahí se evalúa, pero también se
deriva a los jueces para que emitan las
medidas de protección, ya que hasta que
investiguen al acusado, el proceso puede
durar un mes, dos meses y se necesita
resguardar la vida de las víctimas”,
señala Sarhua al respecto.
El mismo proceso es ejecutado
por el Poder Judicial. La idea es que
las trabas burocráticas que afectaban
los procesos en épocas anteriores a la cuarentena
no impacten en las víctimas.
El golpe de la realidad
Sin embargo, pese a estas
buenas intenciones, la Defensoría
del Pueblo advierte que el índice
de atención a denuncias en materia de
violencia contra la mujer ha disminuido
en épocas de cuarentena. ¿Acaso la violencia contras las
mujeres y niñas menguó? “El número
de atenciones por violencia decreció,
pero la violencia continúa
perpetuándose, más aún ahora que los
agresores tienen el control absoluto, el
dominio sobre ellas”, alerta Revollar.
Luego, para argumentar la
postura institucional, señala que en
enero del 2019 se atendieron 12.576
casos de violencia, mientras que en el
mismo mes del 2020 se registran 15.856.
Hay un incremento. En febrero del año
pasado 11.134 y en el mismo mes del año
actual 14.693. Otro ascenso.
En cambio, en marzo del 2019
se atendieron a 12.433 víctimas de
agresiones graves y este año la
estrepitosa disminución alcanzó los
5.354 casos.
“Se han presentado 7.000
denuncias menos respecto a los temas de
violencia, hay una disminución
del 56%, eso significa que las mujeres
no pudieron desplazarse a los propios
Centros de Emergencia Mujer o comisarías
para poder hacer sus denuncias”, señaló
la especialista.
“Durante este estado de
emergencia se han presentado 6.296
denuncias graves por violencia contra
mujeres, niños y adolescentes. Hubo una
baja impresionante”, continúa.
Al respecto, el Ministerio de la Mujer
precisa que, efectivamente, hasta el 5
de junio, se presentó esa cantidad de
denuncias y que 5.360 de las agresiones
fueron contra mujeres. Más de 200
Equipos Itinerarios de Urgencia (EIU) se
desplazaron en costa, sierra y selva
para socorrer a las víctimas de
violencia física, psicológica y sexual.
“El espacio doméstico se
ha construido como un espacio de
violencia tanto para la mujer, niña,
adolescente y adulta. Es un espacio
donde nos protegemos del coronavirus,
pero el riesgo de sufrir violencia está
latente. Es probable que haya muchos
casos que no estén siendo denunciados,
por eso nuestras campañas permanentes
para que seamos solidarios y no
cómplices”, señala Nancy Tolentino,
anterior jefa del programa Aurora.
Una de las principales vías
para pedir ayuda es la Línea 100, del
Ministerio de la Mujer. En lo que va de
la emergencia 50.629 personas llamaron a
pedir ayuda, pero, de estas, 39.143
mujeres alertaron que fueron víctimas de
diversas formas de violencia, según
precisó la ahora viceministra de la
Mujer.
De este total, el Mimp llegó a
atender 6.269 casos de violencia física
(3.128), violencia psicológica (2.154) y
violencia sexual (1.008).
El peor rostro de la
violencia sexual
“Es preocupante que en estas
condiciones, las mujeres, al menos las
niñas y adolescentes, hayan sido
victimas de violaciones sexuales.
Lamentablemente, no han iniciado durante
la pandemia, la mayoría de
casos, hay un abuso sexual
continuo hacia ellas. Hay sometimiento,
hay amenazas de matarlas, de matar a la
familia, entonces es un sufrimiento
permanente”, señala Eliana Revollar
sobre las violaciones sexuales.
En nuestro país, aún tolerante
con este flagelo, durante la cuarentena
el Mimp atendió a 516 víctimas de
violación. Desgraciadamente, la mayoría
son niñas y adolescentes, pues 342
menores de edad fueron sometidos a este
degradante delito, que marcará sus vidas
y, por ello, necesitan soporte
psicológico de sus familias y
comunidades.
“El tema de la violencia sexual
se ha acentuado dentro del entorno
familia, pero ahora, el fenómeno es que
al estar confinados con estos agresores,
que pueden ser padres, padrastros,
abuelos, tíos, ellos tienen mayores
posibilidades de violentarlas. Ahí el
llamado es a que las madres, el jefe de
la familia pueda denunciar para que se
pueda tomar medidas inmediatas al
respecto”, señala Revollar.
“Creemos que hay una cifra
oculta de casos que no se denuncian
porque muchas veces los familiares hacen
una ponderación tenebrosa de decir si
denuncio ‘él es el que trae el sustento
al hogar, se va a la cárcel y qué va a
pasar’ y en muchos casos incluso culpan
a la víctima de haberse insinuado a su
agresor”, expresa.
Ya ONU Mujeres
advirtió que en este contexto de
emergencia “aumentan los riesgos de
violencia contra las mujeres y las
niñas, especialmente violencia
doméstica, debido al aumento de
las tensiones en el hogar y puede
también aumentar el aislamiento de las
mujeres”. Todas las cifras presentadas
así lo demuestran y necesitamos, como
sociedad, prepararnos para ayudarlas a
reconstruir sus vidas. Y a las mujeres
asesinadas por culpa de la violencia machista
les debemos que sus victimarios no se
escondan más en la impunidad.>
|
Übersetzung:
Lockdown in Peru
14.6.2020: Peru ist schlimmer als
STEINZEIT - laufend Angriffe,
Vergewaltigungen und Morde an Frauen
durch kriminelle Peruaner mit sexuellen
Komplexen - total Bibel-geisteskrank:
Isoliert mit ihrem Angreifer: 21 Opfer
von Femiziden und 342 Vergewaltigungen
von Mädchen in voller Quarantäne
Die Figuren verbergen schmerzhafte
Geschichten von vergewaltigten Töchtern,
Schwestern und Müttern. Spezialisten
bestätigen eine Zunahme der Angriffe
während der Quarantäne. Darüber hinaus
sind mehr als 1.000 verschwunden. Wie kann
man in Zeiten der Pandemie dem Kreislauf
der Gewalt entkommen?
„Ich denke jeden Tag an meine Schwester.
Trotz der Schmerzen werde ich nicht
aufhören, bis ich Gerechtigkeit habe. Sie
war ein sehr intelligentes Mädchen, der
Stolz der Familie, sie arbeitete ab dem
14. Lebensjahr, um alles zu erreichen, was
sie sich vorgenommen hatte “, erinnert
sich Alisson mit Liebe an Pierina Navarro
Tello, die Kapitänin der peruanischen
Nationalpolizei (PNP) ) und eine
27-jährige Anwältin, deren nackte Leiche -
mit Anzeichen von Gewalt - in dem Haus
gefunden wurde, das sie mit ihrem Partner
teilte.
Dieser Fall wird bereits als mutmaßlicher
Femizid untersucht, und Pierina wäre laut
Angaben des Ministeriums für Frauen und
gefährdete Bevölkerungsgruppen (Mimp) vom
16. März bis 5. Juni eines der 21 Opfer
dieses Hassverbrechens.
Geschlechtsspezifische Gewalt hörte in der
Quarantäne nicht auf, da zum angegebenen
Zeitpunkt auch 25 Feminizidversuche, 342
Vergewaltigungen von Mädchen und
Jugendlichen und mehr als 1.000
Verschwindenlassen von Frauen stattfanden.
Was die Femizide betrifft, so wurden die
21 Verbrechen nur während des von der
Regierung vor dem Ausbruch der
COVID-19-Pandemie in Peru verordneten
Ausnahmezustands begangen, so dass
durchschnittlich alle 48 Stunden eine Frau
getötet wurde. Eine Zeit, in der sie
aufgrund sozialer Isolation ihren Opfern
ausgeliefert waren: Die meisten dieser
Verbrechen wurden nach Angaben des
öffentlichen Ministeriums von ihren
Partnern oder Ex-Partnern in ihren eigenen
vier Wänden begangen.
Eine falsche Autopsie
Pierinas Fall ist komplex und voller
Schatten. Am Nachmittag des 27. März wurde
ihre Leiche von der Schwester und den
Eltern ihres Partners, dem Anwalt Michael
Fernando Remigio Quezada (26), gefunden,
der darauf hinwies, dass sie in dem Haus,
das sie im Bezirk Comas teilten,
Selbstmord begangen hatte.
Vor einem Monat war Pierina in Sevilla,
Spanien, und als die Experten am Tatort
ankamen, gab Michael bekannt, dass sie
Selbstmord begangen hätte, weil sie sich
Minuten zuvor gestritten hatten. Die
Leiche musste dann von COVID-19 verworfen
werden. Die Ergebnisse wurden vier Tage
später geliefert und bis dahin konnte die
Autopsie nicht durchgeführt werden. Am 30.
März erfuhr die Familie jedoch, dass der
Test negativ ausfiel und die Gesetzestests
im Leichenschauhaus in Lima durchgeführt
werden konnten. Sie reisten von Huacho
nach Lima, um dies zu fordern, und ihre
Überraschung, Wut und Trauer waren groß,
nachdem laut Alisson nach La República
eine Reihe von Hindernissen bei der
Durchführung aufgetreten waren.
Sie versichert, dass ihnen nur eine halbe
Stunde nach der Analyse der Leiche von
Pierina Navarro mitgeteilt wurde, dass der
Körper bereits entnommen werden könne und
dass die Autopsie zum Tod durch
mechanisches Ersticken führe: Die
Hypothese des Selbstmordes würde
bestätigt. „Wie war es möglich, die
Todesursache ohne Untersuchungen, ohne
Schnittwunden am Körper und ohne
Probenahme zu bestimmen? Nein, nein, nein
“, dachte der 23-Jährige. Die Verzweiflung
ergriff Allison und sie schrie,
behauptete, fragte erneut und bat sie
fast, die notwendigen Prüfungen abzulegen
und die Tests abzulegen. Staatsanwalt
Wilson Vargas Miñan, der damals den Fall
untersuchte und Anzeichen von Kriminalität
erkannt hatte, ignorierte sie und ging,
wobei er sie mit ihrem Schmerz und ihrer
Wut zurückließ.
Erst nach einem monumentalen Willen, der
von Zweifeln an Pierinas Tod, einer
enormen brüderlichen Liebe, dem Kommen und
Gehen von Huacho nach Lima und einer
sieben Tage dauernden unerbittlichen und
unmenschlichen Überstellung der Leiche des
Opfers geleitet wurde, gelang es Alisson,
den ersten Staatsanwalt zu finden Der Fall
wird gehemmt, dass die Kriminalisierung
der Untersuchung des Todes ihrer Schwester
wegen Femizids erfolgt und dass ihr Fall
an eine spezialisierte Staatsanwaltschaft
für Gewalt gegen Frauen weitergeleitet
wird. Die Autopsie wurde schließlich in
Huacho durchgeführt, aber der Körper war
bereits verfault. Pierina ist also ein
mutmaßliches Opfer, das immer wieder zum
Opfer gemacht wurde, fast bis es satt
wurde.
„Meine Schwester hat sich verändert, seit
sie ihren Ex-Partner getroffen hat. Er hat
sie überwacht. Manchmal haben wir
Anzeichen von Gewalt gefunden, wie blaue
Flecken. Nachdem er sie vor mir aggressiv
behandelt hatte, brachte Michael Remigio
seine wahre Persönlichkeit zum Vorschein
", sagt Alisson und verspricht, trotz der
Schmerzen weiter nach der Wahrheit über
die ältere Schwester zu suchen, die er
zuletzt im Dezember gesehen hat.
Die Beschränkung enthüllt somit die
Realität von Frauen, die in diesen Tagen
verschiedene Ausdrücke
geschlechtsspezifischer Gewalt ertragen
müssen, während sie mit ihrem Angreifer
eingesperrt bleiben.
„Sie haben Indikatoren, die Sie erkennen
lassen, dass Gewalt nicht aufhört.
Feminizide, zum Beispiel diese extreme
Form sexistischer Gewalt, lassen Sie
wissen, dass unter diesen Bedingungen,
wenn die Strafverfolgung außerhalb ist und
fast alle streng kontrolliert werden
Peruanische Gesellschaft, trotzdem gibt es
Männer, die sie einfach töten. Was also
mit den Frauen passiert, die vom Tod
bedroht sind, alle leben ein begrenztes
Familiendrama ohne Budget unter
Bedingungen, die durch die Pandemie selbst
weiter verschärft werden und häufig auch
Auswirkungen auf Angriffe auf Kinder
haben. In unserem Land leben viele Frauen
die Hölle ", erklärt Eliana Revollar,
Stellvertreterin für Frauenrechte des
Bürgerbeauftragten.
Sie versuchten sie zu töten und überlebten
Nur vom 16. März bis 31. Mai registrierte
das Criminal Observatory des öffentlichen
Ministeriums 25 Opfer eines versuchten
Feminizids. Diese Frauen wurden von ihren
Partnern erstochen, geschlagen, erschossen
und erstickt, um sie zu töten. Sie haben
überlebt, aber das Trauma geht weiter, sie
müssen geschützt werden und auch ihre
Kinder. Die meisten von ihnen lebten
zusammen, lebten zusammen und waren in all
diese Opfer verliebt.
Darüber hinaus untersuchen Staatsanwälte
44 weitere mutmaßliche Fälle von
versuchten Femiziden. Sie sind Figuren der
Qual, die viele peruanische Frauen
erleben.
„In der Haftzeit wurde festgestellt, dass
die meisten Femizide und Versuche zu Hause
waren. Es ist der günstige Ort geworden,
an dem das Opfer mit dem Angreifer
zusammenlebt und Frauen und Mitglieder der
Familiengruppe angegriffen werden. Kinder,
Jugendliche und ältere Menschen. Wir
befinden uns in einer Gesellschaft, in der
Machismo vorherrscht, in der Stereotypen
vorherrschen, in der sich der Macho-Mann
überlegen fühlt und seine Macht nutzt, um
zu dominieren und zu unterordnen ", sagt
José Luis Huarhua Ortiz,
Generalstaatsanwalt des 1. Amtes des 3.
Amtes. Übergangsstaatsanwaltschaft für
Gewalt gegen Frauen und Mitglieder der
Familiengruppe.
Der Beamte erklärt, dass es auf nationaler
Ebene nur 20 auf Gewalt gegen Frauen
spezialisierte Büros dieser Staatsanwälte
gibt, die Verbrechen wie Feminizide,
Versuche und Verbrechen sexueller Gewalt
mit geschlechtsspezifischem Schwerpunkt
sehen.
"Jetzt, in einer Pandemie-Saison, wollen
wir von der Staatsanwaltschaft aus an
Präventionsfragen arbeiten. Was wir nicht
wollen, ist der Tod des Opfers. Sie
beginnen mit psychischen und physischen
Angriffen und der Auslöser ist ein
Femizid, das nicht nur das Opfer betrifft,
sondern Kinder und Eltern mit einem
psychischen Trauma zurücklässt. Die ganze
Familie bricht. "
Entkomme dem Angreifer
Eine Möglichkeit, den Mord an Frauen zu
verhindern, besteht darin, sie aus dem
Raum der Gewalt zu entfernen. Die Option,
die das öffentliche Ministerium angesichts
schwerwiegender Fälle von machistischen
Aggressionen anbietet, besteht darin, dass
die Opfer zur Schutzeinheit in die
Abteilung für Opfer und Zeugen gehen.
Die umfassendste Option bieten zwar
temporäre Zufluchtsorte. Das
Frauenministerium ist für 14 dieser Räume
zuständig, in denen 58 Frauen mit ihren 71
Kindern geschützt wurden.
"Sie können aus diesem Raum der Gewalt
herauskommen, es gibt Hoffnung. In dieser
Quarantäne haben wir 129 Menschen in
unseren Notunterkünften geschützt. Ihnen
stehen Dienste zur Verfügung, die sie nach
einer Beschwerde nutzen können “, sagt die
heutige Vizeministerin für Frauen, Nancy
Tolentino, die diese Erklärungen abgab,
als sie Direktorin von Aurora, dem
Nationalen Programm zur Verhütung und
Beseitigung von Gewalt gegen Frauen und
Frauen, war Mitglieder der Familiengruppe.
Vom Büro des Bürgerbeauftragten wird
jedoch gewarnt, dass es auf nationaler
Ebene nur 49 dieser öffentlichen oder
privaten Räume gibt.
„Es muss einen Interventionsplan geben,
der beinhalten muss, wie die Frau das Haus
verlassen wird, gestärkt mit einer
wirtschaftlichen Aktivität, die es ihr
ermöglicht, nicht in den Kreis der Gewalt
zurückzukehren, in dem sie lebte. Nur 49
in Peru für den Anteil der Menschen, die
dieses Problem haben, sind gering ", sagt
Revollar.
Die Bekämpfung von Gewalt muss Priorität
haben
Für eine gewalttätige Frau kann die
Berichterstattung ein gefährlicher oder
hoffnungsvoller Schritt sein, abhängig von
der Hilfe, die sie findet. Selbst in
"normalen" Zeiten gibt es mehrere
Hindernisse, die die Opfer behindern:
Scham, Angst vor Vergeltungsmaßnahmen,
Enthüllung ihres Lebens. Daher ist es
wichtig, dass das Justizsystem sie schützt
und leitet. Dass man sie nicht alleine
lässt, bleibt in der Sprache nicht
alleine.
Nun, als die Quarantäne begann, war es für
sie aufgrund der Beschränkungsmaßnahmen
sehr schwierig, sich bei den
Polizeistationen zu melden, und erst Ende
April, eineinhalb Monate später, erließ
die Regierung das Gesetzesdekret 1470, in
dem Maßnahmen festgelegt wurden
Gewährleistung der Pflege und des Schutzes
von Opfern von Gewalt gegen Frauen während
des Gesundheitsnotfalls.
„Die großartige Beobachtung, die der
Bürgerbeauftragte gemacht hat, ist, dass
den Frauen, die die Beschwerden
eingereicht haben, auf den
Polizeistationen mitgeteilt wurde, dass
ihre Fälle nach Wiederherstellung der
normalen Situation am Ende des
hygienischen Notstands wieder aufgenommen
werden. Es war eine sehr kritische
Situation, weil die bloße Tatsache, dass
sie es gewagt hatten, zu verurteilen, mit
ihrem Angreifer im Haus eingesperrt zu
sein, sie dauerhaft in eine Situation
extremer Verwundbarkeit brachte ", sagt
Eliana Revollar.
Es ist richtig, dass diese Antwort zwar
nur anderthalb Monate nach Beginn der
Quarantäne erfolgte, es den Institutionen
des Justizapparats jedoch ermöglicht hat,
den Opfern die Möglichkeit zu geben,
Beschwerden über E-Mails und
Nachrichtendienste wie WhatsApp
einzureichen, da sie ohne sie nicht
telefonisch anrufen können nimm eine
Chance wahr.
Seit dem 30. Mai kann sich jeder Bürger
über eine WhatsApp-Nachricht an die auf
Gewalt gegen Frauen spezialisierte
Staatsanwaltschaft wenden, um Verbrechen
dieser Art dem öffentlichen Ministerium zu
melden. Diese Einrichtungen reichen jedoch
nicht für Frauen auf dem Land.
„Diese Beschwerden werden sofort an den
diensthabenden Staatsanwalt
weitergeleitet, dort werden sie
ausgewertet, aber sie werden auch an die
Richter weitergeleitet, damit sie die
Schutzmaßnahmen erlassen können, da der
Prozess bis zur Untersuchung des
Angeklagten einen Monat, zwei Monate und
zwei Monate dauern kann Es ist notwendig,
das Leben der Opfer zu schützen “, betont
Sarhua in diesem Zusammenhang.
Der gleiche Prozess wird von der Justiz
durchgeführt. Die Idee ist, dass die
bürokratischen Hindernisse, die die
Prozesse in Zeiten vor der Quarantäne
beeinflussten, keine Auswirkungen auf die
Opfer haben.
Der Hit der Realität
Trotz dieser guten Absichten warnt das
Büro des Bürgerbeauftragten, dass die
Aufmerksamkeit für Beschwerden über Gewalt
gegen Frauen in Zeiten der Quarantäne
zurückgegangen ist. Hat die Gewalt gegen
Frauen und Mädchen nachgelassen? "Die Zahl
der Aufmerksamkeiten für Gewalt hat
abgenommen, aber die Gewalt hält weiter
an, umso mehr, als die Angreifer die
absolute Kontrolle über sie haben", warnt
Revollar.
Um die institutionelle Position zu
argumentieren, weist er darauf hin, dass
im Januar 2019 12.576 Fälle von Gewalt
behandelt wurden, während im selben Monat
des Jahres 2020 15.856 registriert wurden.
Es gibt eine Zunahme. Im Februar letzten
Jahres 11.134 und im gleichen Monat des
laufenden Jahres 14.693. Eine weitere
Förderung.
Andererseits wurden im März 2019 12.433
Opfer schwerer Angriffe behandelt, und in
diesem Jahr erreichte der durchschlagende
Rückgang 5.354 Fälle.
"Es gab 7.000 weniger Beschwerden in Bezug
auf Gewaltprobleme, es gibt einen Rückgang
von 56%, was bedeutet, dass Frauen nicht
zu den Frauen-Notfallzentren oder
Polizeistationen reisen konnten, um ihre
Beschwerden einzureichen", sagte der
Spezialist.
„In diesem Ausnahmezustand wurden 6.296
schwerwiegende Beschwerden wegen Gewalt
gegen Frauen, Kinder und Jugendliche
eingereicht. Es gab einen beeindruckenden
Rückgang ", fährt er fort.
In diesem Zusammenhang gibt das
Frauenministerium an, dass tatsächlich bis
zum 5. Juni diese Anzahl von Beschwerden
eingereicht wurde und dass 5.360 der
Angriffe gegen Frauen gerichtet waren.
Mehr als 200 Emergency Reiserout Teams
(EIU) reisten an die Küste, in die Berge
und in den Dschungel, um Opfern
physischer, psychischer und sexueller
Gewalt zu helfen.
„Der häusliche Raum wurde als Raum der
Gewalt für Frauen, Mädchen, Jugendliche
und Erwachsene gebaut. Es ist ein Ort, an
dem wir uns vor dem Coronavirus schützen,
aber das Risiko von Gewalt ist latent. Es
ist wahrscheinlich, dass es viele Fälle
gibt, die nicht gemeldet werden. Deshalb
setzen wir uns permanent dafür ein, dass
wir solidarisch und nicht mitschuldig sind
“, sagt Nancy Tolentino, ehemalige
Leiterin des Aurora-Programms.
Eine der wichtigsten Möglichkeiten, um
Hilfe zu bitten, ist die Linie 100 des
Frauenministeriums. Bisher haben im
Notfall 50.629 Menschen um Hilfe gerufen,
aber von diesen warnten 39.143 Frauen,
dass sie Opfer verschiedener Formen von
Gewalt waren, so die jetzt
stellvertretende Ministerin für Frauen.
Davon betreuten die Mimp 6.269 Fälle von
körperlicher Gewalt (3.128), psychischer
Gewalt (2.154) und sexueller Gewalt
(1.008).
Das schlimmste Gesicht sexueller Gewalt
„Es ist besorgniserregend, dass unter
diesen Bedingungen Frauen, zumindest
Mädchen und Jugendliche, Opfer sexueller
Verstöße geworden sind. Leider haben sie
während der Pandemie nicht begonnen, in
den meisten Fällen wird sie weiterhin
sexuell missbraucht. Es gibt Unterwerfung,
es gibt Drohungen, sie zu töten, die
Familie zu töten, also ist es dauerhaftes
Leiden “, sagt Eliana Revollar über
sexuelle Verstöße.
In unserem Land, das diese Geißel immer
noch toleriert, behandelte der Mimp
während der Quarantäne 516
Vergewaltigungsopfer. Leider sind die
Mehrheit Mädchen und Jugendliche, da 342
Minderjährige diesem erniedrigenden
Verbrechen ausgesetzt waren, das ihr Leben
prägen wird und daher psychologische
Unterstützung von ihren Familien und
Gemeinschaften benötigt.
„Das Problem der sexuellen Gewalt wurde im
familiären Umfeld akzentuiert, aber jetzt
besteht das Phänomen darin, dass sie durch
die Beschränkung auf diese Angreifer, die
Eltern, Stepparente, Großeltern und Onkel
sein können, größere Möglichkeiten haben,
sie zu verletzen. Dort heißt es, dass die
Mütter, das Familienoberhaupt, denunzieren
können, damit diesbezüglich sofortige
Maßnahmen ergriffen werden können “, sagt
Revollar.
"Wir glauben, dass es eine versteckte
Anzahl von Fällen gibt, die nicht gemeldet
werden, weil Familienmitglieder oft düster
einschätzen, ob sie melden sollen, dass er
derjenige ist, der den Lebensunterhalt
nach Hause bringt, er ins Gefängnis kommt
und was passieren wird." In vielen Fällen
wird das Opfer sogar beschuldigt, seinen
Angreifer unterstellt zu haben “, sagt er.
Bereits warnten UN-Frauen, dass in diesem
Notfallkontext "das Risiko von Gewalt
gegen Frauen und Mädchen, insbesondere
häusliche Gewalt, aufgrund der zunehmenden
Spannungen in der Familie zunimmt und
möglicherweise auch die Isolation von
Frauen erhöht". Alle vorgestellten Zahlen
zeigen dies, und wir müssen uns als
Gesellschaft darauf vorbereiten, ihnen
beim Wiederaufbau ihres Lebens zu helfen.
Und wir sind es den Frauen schuldig, die
wegen männlicher Gewalt ermordet wurden,
dass sich ihre Opfer nicht mehr ungestraft
verstecken
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